domingo, septiembre 17, 2017

Silvia Dabul / De "Diario de fuga"















Día 24

Fuga inversa. El tema es la comprensión. El director indica un tiempo ágil. Sujeto y contrasujeto rotan de lugar, costumbres y dirección. Uno es otro, otro es uno. Ambos caminan invertidos en contrapunto hasta coincidir en el silencio central, en el que durante un segundo se miran y duelan. Las flores de utilería son azules. El resto de los personajes simula distracción.

Día 23

Códigos elementales y secundarios. El fondo del escenario se cubre con un gran lienzo lleno de dibujos de sombreros. Cientos, miles de sombreros. Los personajes se rapan completamente. Eliminan la raíz de sus ilusiones. El tiempo es lánguido, como de pavana o alguna danza vetusta. De a uno van dejándose caer sin resistencia en una plataforma inflable. Hay humo y el efecto es dulce. Formas que se entregan a lo blando como partículas inanes.

Día 22

El sujeto lleva un cronómetro en la mano. El tema es la exactitud. El elenco se muestra nervioso en condiciones de medida estricta y la fuga se torna insoportable. Moscas en el recinto. El director se irrita. Su objetivo es ajustar el mecanismo hasta un extremo inhumano. Ser instrumento del blanco absoluto, máquina de gorjear perfecta. Cree que un engranaje sin lesiones lo acerca a Dios.

Día 21

Movimiento tranquilo, registro de laúd. Las mujeres llevan vestidos claros y adornos con puntilla. El objetivo es frivolidad rococó. El sujeto circula sin confrontar densidades, como pato en agua empalagosa. El contrasujeto se siente completamente inútil. Su rol es oponerse, ser carne de tensión. Detiene la escena con gritos de protesta. Las mujeres marcan el compás con triángulos. Entran por un oído, salen por el otro. El sujeto continúa su recorrido sin mayor complicación.

Día 20

Noche cerrada. Todo es gravedad. Ritmo lentísimo surcado por silencios esponjosos. Los personajes caminan sin tocarse, con la mirada perdida. Son sonámbulos, o ciegos incipientes. El escenario está lleno de pozos y con cada entrada del sujeto alguien cae y desaparece englutido. Es una danza en desmedro. Púdica, parsimoniosa. El cielo se puebla de pájaros raros.

Silvia Dabul (Mendoza, Argentina, 1962), Diario de fuga, inédito

Ref.: Silvia Dabul

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